REDACCIÓN / LA VOZ
La esperanza está puesta en que llueva cuando tiene que hacerlo. Y eso, básicamente es ya. La configuración atmosférica que tenemos hoy nos ayuda a entender por qué el trimestre noviembre, diciembre y enero es el más lluvioso. Una borrasca está situada cerca de Galicia y su frente asociado barre la comunidad. Las lluvias de carácter persistente entran por el suroeste, donde descargan con más intensidad. En la costa sur de Galicia entre noviembre y enero pueden recogerse hasta seiscientos litros por metro cuadrado. Una cantidad que aliviaría el problema que tienen ahora mismo muchas localidades que beben del embalse de Eiras como Vigo, Cangas, Baiona, Gondomar o Redondela.
Una vez que el frente ha abandonado las Rías Baixas la cantidad de lluvia que va dejando disminuye. Aún así el agua restante se reparte de forma desigual. Por ejemplo, en la provincia de A Coruña, sigue descargando con bastante fuerza, especialmente en A Costa da Morte, donde se acumulan más de cuatrocientos litros por metro cuadrado en este trimestre. Unos números muy similares se alcanzan en la provincia de Lugo que, de cumplirse, ayudarían a recuperar la normalidad en embalses como el de Belesar, que se encuentra al veinte por ciento de su ocupación. En la provincia de Ourense los frentes siempre llegan con menos humedad y por ello los registros son menores. Los valores habituales están por debajo de los trescientos litros por metro cuadrado. Pero teniendo en cuenta que hay zonas que no reciben una gota de agua desde hace meses esa cifra tiene más valor que nunca.
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