lunes, 30 de octubre de 2017

La contraventana de Carmen Rigalt: la sopa senegalesa CARMEN RIGALT 29 oct. 2017 09:19




Enrique Bunbury en una imagen de archivo del año 2013. GTRES
DOMINGO. Me gusta hacer planes. Miento. Sólo me gusta hacer planes cuando llega el buen tiempo. En verano, uno de mis planes preferidos es la gastronomía, y de la gastronomía, las sopas frías. Para eso echo mano de Telva, que tiene unas recetas divertidas a la par que apetecibles. Con el permiso de Olga Ruiz, este último verano le copié una crema de melón con tartar de salmón que dio el pego. En realidad los ingredientes eran muchos más, pero en gastronomía no hay dogmas (salvo que seas un chef y exijas las recetas al pie de la letra). Los meros aprendices hacemos los platos con lo que tenemos en la nevera. Y si sale con barba, San Antón, y si no, la Purísima Concepción.
Estos días, aunque no ha llegado el frío, empiezo a echar en falta alguna sopa caliente. Una de las mejoras sopas calientes que conozco es la sopa senegalesa. La descubrí en casa de Lorenzo Castillo y Alfonso Reyero un día que organizaron una cena inti, (o sea, entre íntimos) y nos juntamos en su casa palacio. Yo llevé a Carmen Rosa y a Manuel Jabois, quien a su vez llevó a la que entonces era su pareja. También estaba Lorenzo Caprile, buen amigo de los anfitriones. Nos pusimos ciegos de sopa senegalesa y prometimos repetir a la mayor brevedad posible, como así fue. Lo malo vino después, cuando quise hacerme con la sopa sin necesidad de esperar la invitación de los Castillo Reyero. Pero la sopa no aparecía en el Parabere (nombre del recetario de cocina que debe su nombre a la marquesa de Parabere, una señora de Bilbao que ha colaborado en la educación de muchas pijas que no sabían recibir), pero me dí un garbeo por internet y allí la encontré, aromática y humeante, calentita.
Resumiendo, una sopa de ave con manzanas y curry. Yo recibo muy malamente, pero si alguien quiere quedar bien con sus invitados, que pruebe con la sopa senegalesa. Como diría mi nuera Sandra, "espectacular".
MARTES.Bunbury es un sudaca de Zaragoza (no se me ponga estúpido, querido lector, porque no estoy insultando). Dejé dicho aquí que ahora escucho siempre Top radio. A esas horas ponen mexicanadas. Me gustaba mucho oír canciones mexicanas. A veces las oigo y a veces sueño que las oigo. Bunbury es un rockero vocacional, pero toca todos los palos, desde boleros a corridos y tangos. Lo que le echen. Ódiame está entre su repertorio, aunque no es una canción actual. Data del siglo XIX y su paternidad se la atribuyen peruanos y ecuatorianos. Lo cierto es que nació en Perú pero fue grabada en 1912, en Ecuador. A Ódiame le han metido mano muchos letristas. He aquí una muestra de la versión que suena actualmente: "Que vale más yo humilde y tú orgulloso/ o vale más tu débil hermosuro/ pues piensa que en el fondo de la foso/ llevaremos la misma vestidura".
JUEVES. El grupo Planeta, con Joana Bonet de jefastra en la tierra (Madrid), entrega los Premios de la revista Interiores en el Palace. Está Creuheras, más jefe que Joana, y el arquitecto Oscar Tusquets, que sube a recoger su trofeo emocionado y dice: "Soy catalán y os pido que no nos abandoneis". La gente se pone en pie. Últimamente se nota que las emociones nos pueden. Entre las mesas, Martina Klein, una emprendedora nata (lo último que ha emprendido: una maternidad); Agatha Ruiz de la Prada, espectacularmente flaca; Pepe Leal, premio a la trayectoria nacional; Laura Ponte, con p de pibón; Laura Sánchez, ejerciendo de presentadora y peleándose con el ceceo (es sevillana); Lulú Figueroa, la nietísina de Romanones, pintora e influencer; los hermanos Gancedo, Lucía Etxebarría, Charo Izquierdo, Ángel Schlesser, etcétera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario